Practicar el desapego

Practicar el desapego

No se si te ha pasado, pero he escuchado en más de una ocasión que tenía que empezar a practicar el desapego con mi hijo, porque no le gusta que me vaya de su lado (principalmente cuándo se pretende que se quede con un desconocido, en un lugar desconocido).

Desde luego, no voy por la vida dando explicaciones sobre las teorías básicas de la conducta humana y las relaciones (aunque a veces me dan ganas). Pero incluso sabiéndome todas estas teorías, y practicando una crianza muy consciente, he llegado a sentirme culpable, y he llegado a dudar de si lo estaba haciendo realmente mal con mi hijo.

El apego es un sistema muy básico (si conoces la pirámide de necesidades de Maslow, visualízalo justo encima de las necesidades fisiológicas).

Todos los sistemas humanos de necesidades son naturales, están ahí por un motivo de enorme peso, y tienen un impacto enorme en cómo vivimos nuestra vida.

El apego es inevitable, ocurre hagamos lo que hagamos, lo hagamos como lo hagamos. Es imposible desapegar a nadie de nadie. Pero es que además carece completamente de sentido pretender que un niño/bebé se adapte a la angustia que de forma natural genera la separación, sensación de peligro y muerte inminente.

«Desapegar» a un niño sería una tortura.
No te dejes engañar.

Ni siquiera si eres adulto necesitas despegarte de nadie.

Lo que si tiene sentido, y además nos hace muchísimo bien, es reparar nuestro estilo de apego, descubriendo cómo fuimos tratados, como nos cuidaron, cómo nos enseñaron que teníamos que afrontar la vida (con miedo, sin emociones, viviendo lo que aparezca y afrontando).

Reparar nuestro apego SANA el alma, la nuestra y la de nuestros hijos. Trabajar en tu apego de infancia te llevará de forma implícita a reparar o generar un mejor apego en tus hijos.

Pero no te desapegues de nada.

Si sientes la necesidad de que te cuiden, pídelo.

Si necesitas que te abracen, pídelo.

Y si lo pides y no lo hacen, entonces reflexiona sobre lo que te mantiene junto a esa persona (sea tu pareja, tu amiga, tu primo o tu propia madre).

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